Las tenías o vermes son lombrices planas, cuyo tamaño puede variar (pueden alcanzar hasta los 25 cm) y que se asientan en los intestinos de las aves. Por ello, si se sospecha que existe esta infección, es necesario realizar un control exhaustivo, ya que a veces, por su pequeño tamaño, es complicada su localización.
El aspecto de las tenías es un mayor tamaño de su cuerpo que la cabeza.
Las aves pueden contagiarse de estos parásitos comiéndolos directamente al estar presente en caracoles, escarabajos, babosas, lombrices, hormigas, moscas... que están presentes en los excrementos y los síntomas que presentan son una notable reducción de su rendimiento y crecimiento. Además, la infección suele ser más virulenta en aves jóvenes que en adultas.
No obstante, en general, estos suelen ser los síntomas más frecuentes:
- Decaimiento.
- Diarrea.
- Enteritis catarral.
- Pequeños bultos intestinales que provocan su inflamación.
Las infecciones de tenías pueden controlarse tratando regularmente a las aves con fenbendazol y levamisol, pero sobre todo evitando que consuman estos parásitos.
Si una de las aves se ve afectada por este parásito, sería recomendable desparasitar al resto de las que existan en el corral, aviario... En definitiva, a aquellas con las que haya mantenido contacto.
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